viernes, 25 de diciembre de 2009

¡¡¡Feliz todo!!!

Hace ya unos cuantos años que, por diferentes motivos, perdí esa maravillosa tradición de felicitar las fiestas en tarjetas manuscritas. Elegía frases significativas, letras de canciones o poemas especiales para cada una de las personas a las que escribía, a lo que después añadía los deseos convertidos en palabras más personales.

Mi costumbre de viajar al sur del sur en fechas cercanas a las navidades ha provocado cosas como ésa, la falta de tiempo para dedicarme un poquito más a mi gente querida: el eterno debate entre lo urgente y lo importante. Menos mal que internet me ofrece métodos más inmediatos (aunque ciertamente menos gratificantes que abrir el buzón y encontrarse un sobre pintado de colores) para cubrir el hueco dejado por los apremios.

Dicho todo esto y, sin más preámbulos, espero que quienes paséis por este rincón os sintáis -en ese preciso instante- abrazados por mí, con una sonrisa dibujada -como ésa de la foto- y personalizada para cada un@ y, por supuesto, que todas mis energías -no elegí el naranja por nada- os acompañen no sólo en estas fiestas sino durante todo el año que se nos viene...

¡¡¡Amor y utopía para tod@s!!!

jueves, 24 de diciembre de 2009

La ley de la atracción

(Sigo sin fotolog, así que voy actualizando por este medio)


En el patio de una casa tradicional del barrio porteño de San Telmo (posteriormente convertida en conventillo para alojar a l@s inmigrantes que llegaban, sobre todo, de España e Italia y, en la actualidad, lugar de paso para l@s turistas que curiosean en sus tiendas de antigüedades), hallé estas cajas de madera repletas de libros, por supuesto, usados. Me llamó la atención por la inscripción MAC KIWI. Me hizo recordar a mis amig@s David y Gemma, l@s Santakos...

David y Gemma empezaron una impresionante aventura hace algo más de dos años. Se fueron a estudiar inglés, pero no a un lugar cualquiera, sino a Nueva Zelanda, así que desde ese momento quedaron apodados como los 'kiwis'. Su periplo, que combinó trabajo y placer, les llevó por Australia, Tailandia, Inglaterra, Canadá y varios lugares de España antes de regresar a Santa Coloma (Santako, para quienes hemos tenido la suerte de conocer ese lugar).

Durante ese tiempo, no siempre disfrutaron de las máximas comodidades ni de las mejores condiciones de vida, aunque sí fueron las que ell@s eligieron y en los lugares que quisieron y, por encima de todo, conocieron a mucha gente interesante. El camino fue, una vez más, la manera de aprender y no el medio para llegar a una meta.

En esos dos años que duró su viaje, mantuvieron el blog que enlacé arriba, en el que amig@s y familiares íbamos siguiendo, no sin cierta envidia, ese periplo, hasta el punto de que se creó una comunidad paralela entre quienes dejábamos comentarios, pues, sin conocernos, nos mensajeábamos entre nosotr@s. En septiembre pasado, coordinaron la "blog party" en Santako y allí pudimos ponernos nombres y caras (con muy gratas sorpresas) esos seres virtuales que pasábamos por la página kiwi.

Ya en ese momento David y Gemma habían regresado a su casa pero, como habíamos comentado en alguna ocasión en el propio blog o chateando por skype (qué gran invento cuando la gente está tan lejos), una persona que opta por cambiar de una forma tan radical su vida no puede volver al mismo punto de partida, ni por convicción ni por las cosas experimentadas durante esos dos años...

Hoy he hablado con David, y no para felicitarle las navidades, sino para darle la enhorabuena por el nuevo puesto que acaba de conseguir. Después de muchos años cubriendo información deportiva en medio de la vorágine de una gran ciudad (Barcelona), ha logrado una plaza en la misma empresa en Girona, ciudad de melancólica hermosura, y vivirá en Rupià, un pueblecito medieval con sólo 193 habitantes. Es cierto que si alguien desea con todas sus ganas algo, lo consigue. La ley de la atracción funciona, claro que sí...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Sonrisas infantiles

(Mientras fotolog siga dando errores, traslado aquí mis comentarios diarios del otro rinconcito naranja)

El pasado 3 de diciembre hice mi segunda visita a Colonia (sin contar las innumerables veces que esa ciudad ha sido escala rumbo a Montevideo o a Buenos Aires). Mi amiga Daniela y yo nos dirigíamos hacia la ciudad vieja, su rincón más pintoresco, cuando tropezamos en una céntrica plaza con un grupo de niñ@s, acompañado por las maestras. Debía de tratarse del último día de clase y estaban tod@s festejando, almorzando y divirtiéndose. Las profesoras iban inmortalizando con sus cámaras aquellas caritas. Y yo sentí mucha envidia. Quería retratar todas aquellas escenas. Pero el pudor que siempre me asalta con l@s niñ@s (salvo cuando son hij@s de gente querida) no me dejó...

L@s niñ@s, que son mucho más sabi@s que nosotr@s, parecieron darse cuenta de algo. O simplemente me vieron pinta de extranjera. Empezaron a pedirme, a los gritos, que les sacara una foto. Y se fue corriendo la voz: primero un grupo, luego otro... Retratos de niños y niñas sonrientes, disfrutando de esa jornada al aire libre, y sintiéndose importantes sólo por posar y, después, mirarse en la pantalla digital. Se reían de los gestos que ponían otr@s compañerit@s y me miraban llenos de alegría al ver las caritas propias retratadas.

Me emocioné pensando que much@s niñ@s que conozco nacieron pegados a una cámara de fotos y están más que acostumbrados a mirarse reflejados en la pantalla digital. Para est@s chic@s de Colonia, esa petición que me hicieron no era habitual, sino que formaba parte de su jornada festiva. O, al menos, así lo sentí...

Anoche, fui al aeropuerto de Madrid-Barajas a despedir a mi amiga Yvonne, compañera de Efe que, después de un año viviendo en España, regresa a su Perú natal. Su sobrina Lorena logró, a sus 7 años, sacarme las lágrimas que no había sido capaz de soltar desde que volví de vacaciones. Cuando estábamos despidiéndonos, esa niña, que no me había dado mucha bola al principio de la tarde y que, sólo un rato después, me mostraba ufana sus 'inventos' con el carro de las maletas, me dijo: "Mi tía me hablaba mucho de ti; yo ya te conocía porque ella dice que te gusta mucho América".

Es increíblemente hermoso comprobar cómo las sonrisas infantiles son capaces de arrancarnos las lágrimas más emocionantes del mundo...

domingo, 20 de diciembre de 2009

Encuentro bloguero en "El Vasquito"

Como dijo El Santi y después ratificó La Flaca por correo, la quedada del pasado 1 de diciembre en "El Vasquito" fue, en realidad, un reencuentro entre amig@s que hacía tiempo no se veían. Vinieron Fiore y Bea y Raúl (aunque éste no salga en la foto, pues se había ido un rato antes); llamaron Cass y Lu para explicar su ausencia; se nos perdió Miss Marple por el camino; y a Iván se le complicó la noche por cuestiones profesionales...

Muchas veces menospreciamos las relaciones virtuales, calificándolas de vacías o de frías o de 'no reales del todo'. Pero si este blog me ha traído cosas, una de ellas ha sido encontrar personas de verdad, con nombres y apellidos, con cara y voz, con anécdotas, con abrazos, con brindis de por medio y, por supuesto, con mucho cariño a pesar del desconocimiento previo. Pero, retomando lo que mencionaba al principio, ¿se puede hablar de desconocimiento?

Gracias a quienes acudisteis (no quiero menospreciar a nadie, pero especialmente a Santi y Bea por la complicada situación por la que pasan) por tanta cosa charlada, por tanto amor recibido, por tanta sencillez (que no simpleza) en el encuentro, por las 'patricias' (unas cuantas) y la picadita regaladas, por la demostración de que, más allá de seres virtuales, somos personas de carne y hueso con ganas de comunicarnos con l@s demás.

(Distorsiono la foto porque, a falta de confirmación con l@s presentes, no sé si algun@ prefería el anonimato, así que, siguiendo el proceso que hice el año pasado con 'la barra gatuna', elijo un filtro sobre la imagen original)

viernes, 18 de diciembre de 2009