martes, 20 de julio de 2010

Sobre la amistad


Ninny Threadgoode: Tú me has hecho pensar en lo más importante que puede darnos la vida. ¿Sabes qué es… lo que creo que es?
Evelyn Couch: No.
Ninny: Amigos, buenos amigos.


He estado unos cuantos días desaparecida, hasta el punto de que este rinconcito seguía siendo de color celeste y no de su habitual naranja. En esas jornadas he redecorado algunos espacios de mi casa, he descansado mucho y me he dedicado tiempos de soledad, momentos de estar conmigo misma, de reflexionar, de pensar o, simplemente, de encontrarme bien. Lo necesitaba. Quienes me conocéis, sabéis que soy una persona entregada a sus seres queridos y eso descarga las pilas, por muy energética que una sea...

También he visto unas cuantas películas, algunas por primera vez, otras por enésima. Entre éstas últimas, "Tomates verdes fritos", que, además de conmoverme, me regaló esa maravillosa escena entre Jessica Tandy y Kathy Bates, en la que la primera descubre a la segunda la importancia de la amistad.

Hoy, que se celebra el Día del Amigo en algunos rincones del mundo, me sumo a la reivindicación de esos seres que nos quieren, independientemente de nuestros estados de ánimo, de humor o de carácter; que siempre tienen la palabra exacta, incluso cuando no queremos escuchar lo que nos están diciendo; que respetan nuestras decisiones, aunque sepan que nos vamos a estrellar; que nos abrazan espontáneamente; que se presentan con un detalle cualquiera "porque sí"; que escuchan cuanto decimos, aunque ya conozcan previamente esa historia o callen algo importante que les ocurre; que comparten los mejores y, especialmente, los peores momentos. Compañeros de copas hay muchos; amigos no tantos. Disfrutemos de su presencia y hagámosles saber cuánto los queremos...

viernes, 9 de julio de 2010

Y el pulpo habló...

... y dijo que Alemania quedará en tercer lugar. Y que España ganará el Mundial.

sábado, 3 de julio de 2010

El día que el celeste se impuso al naranja

Hace tres años, en Río de Janeiro, Uruguay jugaba contra Brasil una eliminatoria de la Copa América (el equivalente a la Eurocopa de selecciones) de Venezuela, ya no recuerdo si cuartos de final. Diego Forlán falló un penalti en la tanda posterior a la prórroga y mi comentario fue: "Ya está imbuido del espíritu atlético" (acababa de fichar por mi equipo en esas fechas). En esa misma velada, mi acompañante me enseñó que el "Loco" Abreu suele tirar las penas máximas "a lo Panenka", con todo el riesgo que eso conlleva. Uruguay quedó apeada por la "canarinho" ese día.

Hoy, horas después de que Brasil quedase eliminada del Mundial de Sudáfrica por Holanda, Uruguay se ha clasificado para semifinales. Más allá de los nervios del final de partido (especialmente con esa mano, ahora providencial, de Luis Suárez), me quedo con la resolución, de nuevo, en la lotería de los penaltis. Cuando vi a Forlán caminando hacia el área, me entraron los temblores. Pero es cierto que este Diego ya no es aquél y hasta puede presumir de haber dado un título europeo al eterno sufridor del Atleti. No obstante, el momento culminante fue el de la llegada de Abreu al fatídico lugar y, antes de verlo lanzar, avisé a mis compañeros de redacción: "Uf, qué miedo, lo va a lanzar a lo Panenka". Y dicho y hecho. Pero no se fue fuera. Entró. Claro que entró. Y ahora el "Loco" tiene algo de deidad.

Hablando de divinidades, otro Diego (Maradona) dijo hoy que Dios quiere que Argentina esté en la final. No estoy muy segura de si eso es así, pero me parece que hoy Dios se vistió la celeste, ¿o no?

Por mi parte, al menos hasta el día que se juegue la semifinal entre Holanda y Uruguay, mis rinconcitos naranjas pasan a ser celestes.