martes, 10 de abril de 2012

Descubriendo a Ortega

"Yo necesito beber el agua en un vaso limpio, pero no me deis un vaso bello. Juzgo, en primer lugar, muy difícil que un vaso de beber pueda, en todo rigor, ser bello; pero si lo fuera yo no podría llevarlo a mis labios. Me parecería que al beber su agua bebía la sangre de un semejante -no de un semejante, sino de un idéntico. O atiendo a calmar la sed o atiendo a la Belleza: un término medio sería la falsificación de una y otra cosa. Cuando tenga sed, por favor, dadme un vaso lleno, limpio y sin belleza. 
Hay gentes que no han sentido nunca sed, lo que se llama sed, verdadera sed. Y hay quien no ha sufrido la experiencia esencial de la Belleza. Solo así se explica que pueda alguien beber en vasos bellos".
(José Ortega y Gasset. "Ensayo de estética a manera de prólogo". Prólogo al libro El Pasajero, de José Moreno Villa. Madrid, 1914)

He tardado 39 años en empezar a leer a Ortega y ahora no hay un solo día en que no me regale alguna cita que merezca ser mencionada. Hoy os regalo este pasaje...

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