viernes, 5 de diciembre de 2008

El esfuerzo vs las ganas

En una gran ciudad como Madrid (no digo que sea la única, es el ejemplo que tengo más cercano y me consta que igual sucede en muchas otras del mundo), suele ser complicado encontrar un tiempo para las relaciones personales, para lo que se da en llamar "cuidar a las amistades". Salvo que forme parte de una rutina (trabajo, cursos varios, encuentros, etc...), puede darse el caso de que a determinad@s amig@s no los veamos durante meses. Incluso a l@s más querid@s.

El otro día comía con dos amigas y manteníamos esta misma conversación. Ellas, por si lo dicho anteriormente fuese poco, viven en las afueras de Madrid, en dos pueblos diferentes, uno al norte, el otro al oeste, lo que complica más si cabe las comunicaciones (ya se sabe, el horario de los transportes, el tiempo que se tarda, etc...)

A mí me dio por pensar que cada vez que ponemos excusas de ese tipo (yo también lo he hecho, que conste que tiro la primera piedra contra mí misma), estamos anteponiendo el esfuerzo a las ganas, es decir, los pasos que debemos dar a la necesidad que tenemos de ver a esa persona. Quizá habría que cuestionarse eso (insisto: me lo digo también a mí misma) cada vez que le decimos a una persona a la que queremos frases como "no puedo quedar", "tengo mucho lío", "tengo obligaciones" o "estoy muy cansad@". ¿Quién nos impide hacer realmente lo que queremos hacer? ¿O es que no queremos hacerlo realmente?

Reflexiones de viernes...

Yo, por las dudas, he pensado en una amiga a la que hacía un par de meses que no veía y he quedado esta tarde con ella. ¿Qué tal si nos tomamos cada día un pequeño gran esfuerzo como éste? Siempre andamos diciendo "si fuera el último día en el mundo, haría tal cosa". Pero ¿y cómo sabemos cuál es ese último día?

¡¡¡A querer, a quererse!!!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

cuanta razón hay en esa "refelxión de viernes" mi querida Amelie...cuanta razón...

besos y feliz fin de semana!!!

Anónimo dijo...

reflexión, perdón

Juan Pedro dijo...

Mi amigo Ricardo dice que las personas damos prioridad a lo urgente y no a lo importante. Coincido contigo en que querer es poder. Por cierto, a ver cuándo quedamos...

Anónimo dijo...

santakopower:
Y esa reflexión final sobre el último día vale para las relaciones y para todo lo demás.

Tomás en Europa dijo...

Como el amigo de Juan Pedro, la gran Mafalda dijo: "Lo urgente siempre quita tiempo a lo importante" y muchas veces ponemos excusas a nuestra pereza y a traspasar nuestra zona de confort para ir más allá (yo también soy el primero que lanza la piedra contra sí mismo).

¿Intentamos hacer un pequeño esfuerzo y regalar(nos) algo de nuestro tiempo para abrazar a alguien a quien no vemos hace tiempo? Lo propongo como tarea de la semana.

amelie dijo...

MAUI_29: más besos igual para ti. Como bien dice el amigo Tomás, propongámonos como tarea de la semana (¿se nota que estamos en el mismo taller? jajaja) eso de abrazar a alguien a quien hace tiempo que no vemos. Cuánto nos cuesta a veces ¿no?

JUAMPE: amigo mío, bienvenido again por este rinconcito. Tu amigo Ricardo tiene toda la razón del mundo. Siempre anteponemos lo urgente a lo importante y así nos va. Lo de quedar, cuando tú quieras (que al fin y al cabo tienes la agenda un poquito más liada que la mía)

SANTAKO: vaya sorpresita tu aparición. Veo que se ha solucionado el problema del que me hablabas. Tienes toda la razón en tu reflexión. Menos mal que algun@s loc@s como tú nos demuestran día a día que OTRA VIDA ES POSIBLE y que si un@ asume el sueño puede llevarlo a cabo. Así que sí, otra tarea para la semana, lancémonos a soñar y a intentar cumplir alguno de nuestros sueños... Molts petons

TOMÁS: como ya has visto arriba, he puesto como ejemplo la tarea que encargas. Busquemos a alguien a quien hace tiempo que no abrazamos en estos días. Menos mal que también te veré el jueves y te achucharé jejejeje... Un beso, compi

amelie dijo...

Ayer cumplí mi tarea. Quizá fui un poco 'tramposa' porque no lo provoqué yo, sino que el amigo con el que había quedado a cenar había llamado, a su vez, a un amigo con el que sí, hacía ya meses y meses (puedo decir, sin exagerar, que un año), que no nos veíamos.

Pero sí, se cumplió la magia del abrazo. Una vez más...

Unknown dijo...

ay amelie, escribo bajo los efentos de un par de pastillas para dornmir, ya que mañama a primera hora debo entregar un enorme trabajo para ser ensayado en una oruesta. Me inquieta lo del gato. Tendrñia que reirse de lo urgrnte y disfrutsr lo importsnte como al descuido. Que se porte yun poco bien unos días y se rscupere,que ya nos juntaremos sn slgún lado neutro pr ver si estas pobres caras están maduras para verse entre ellas.

Anónimo dijo...

Tiene sentido lo del esfuerzo y lo de las ganas, pero quien lee las dos palabras sin enterarse que el ambiente de tú entrada se basa en un texto que habla sobre amistad no podría creerlo; entonces yo me pregunto: ¿no será que muchas veces se usa la palabra amistad con las propiedades de una bandita elástica?, ¿acaso todo el mundo es amigo de todo el mundo?, ¿cuál es la regla para yo llamarte amigo o amiga?... ¿sabés?, el amigo nunca ve el esfuerzo, puede dialogar y quedarse a mitad de camino y ahí reunirse, pero nunca obviarte.

No sé.

Sorry si fuí duro con el comentario.

Besitos, Amelie.

amelie dijo...

LE SANTI: como siempre, gracias por servirme de alarma. Un beso grande a la distancia.

MIGUEL: gracias por tus palabras. En realidad coincido con parte de tu comentario, es decir, tendemos a llamar amig@s a gente que, en la práctica, son conocid@s. En ese sentido, tienes toda la razón. Pero en lo del esfuerzo y l@s amig@s, sigo defendiendo mi postura. Por más que queramos a la gente, nos ocurre que los tiempos y/o las distancias ponen ciertas barreras, no digo como para obviar, pero sí para provocar que el encuentro no sea tan fluido como si viviéramos puerta con puerta. Eso no quita para que cuando nos vemos, el encuentro sea brutal y parezca que no ha pasado ese tiempo o ese espacio. Te mando un beso grande desde Madrid (y su lluvia)

fiorella dijo...

Es un tema profundo y vital.Meollo de tanta distorsiòn, soledades mal entendidas, ruidos molestos y etc..Escencialmente somos con los otros, en los otros. Esa necesidad que bien lo decís vos, a veces la tapamos para no vernos necesitados, como si fuera mala palabra. Un buen abrazo, un momento de silencio, compartir lo que sea es lo mejor.UN beso