lunes, 27 de julio de 2009

Manifiesto montevideano

Anoche una amiga me preguntaba qué veía en Montevideo, cómo podía pensarla en posible lugar para vivir en detrimento de las 'comodidades' que tenía en Madrid, cómo podía preferirla a Buenos Aires y su vida cultural (sic)...

Me dio por pensar que el amor no puede explicarse y mucho menos razonarse. Pero también me dio por pensar que para amar hay que conocer. Y con Montevideo me pasó así. Siempre había pensado que era una ciudad gris e infinitamente más fea que Colonia. Cuando las conocí a las dos en el mismo viaje (2004) tuve que rectificar...

Claro que Montevideo tiene suciedad, claro que en ella hay inseguridad, claro que le faltan muchas cosas de las que presumen otras grandes ciudades... Pero ella es así y así hay que amarla como es: sus baldosas partidas, su interminable rambla, las callejuelas de la Ciudad Vieja, el tránsito en la 18, el mate en todas partes, los árboles que se dan la mano, el tambor y el bandoneón, 'patricia' y tannat, asado y pizza, Roos y Cabrera gratis, charlas interminables en el Parque Rodó, las flores de jacarandá como anuncio del buen tiempo...

"Extraña el aire del puerto cuando anuncia temporal". Esta frase de "Los Olímpicos", de Jaime Roos, define a la perfección lo que se siente estando lejos de Montevideo. No se puede saber si no se conoce...

15 comentarios:

yonky dijo...

Debo intuir de tus palabras que soy un afortunado y para reafirmarlo te hago una confidencia,todos mis escritos en mi blog han salido de apenas 2 lugares de montevideo,1 punto en la rambla junto al mar y otro en mi queridisimo lago del pque Rivera,evidentemente la musa inspiradora se regocija de lo lindo por aqui,por ejemplo nunca pude escribir frente a una computadora,de lo mas raro.Estara por aqui la magia de la cual hablas y es dificil a veces de trasmitir?

brisas de mar desde este Montevideo para la otra orilla.

Unknown dijo...

Lo de siempre.
Uno acá siempre se pregunta eso.
Porque uno no es idiota y sabe en qué lugar del mundo está.
Por eso me costó entender que un amigo toledano, mirá lo que te digo, de Toledo, que recientemente nos visitó, se quedara fascinado con esta medio ciudad, medio pueblo, medio capital, medio aldea, todo medio.
Claro que uno la quiere a Montevideo. Porque es la madre. Madre cruel, como diría Falco.
Pero cuesta entender a los visitantes, en especial a los europeos que se quedan prendados de ella. Vienen de tanta maravilla, de tanta historia, de tanto arte...
Para nosotros, la relación con Montevideo es más bien subjetiva, por eso nos extraña que la quieran los de afuera.
Te dejo un poema de Enrique Estrázulas que dice exactamente lo que yo siento por Montevideo:

LA CIUDAD
Esta ciudad oculta muchas cosas,
este tranco cansino apaga odios,
lo sabemos los dos, apaga voces
esconde dientes esta paz, esconde
un frío que en los pies calienta el alma
e inflama un corazón que no revienta.

PS. Che, tan insegura no es Montevideo. Sucia sí.
Y torresgarcianamente gris.

Unknown dijo...

Hola otra vez.

Te hice un poemita de mi Montevideo, con lo que me salió después de tu posteo:

Yo no sé que me hacés Montevideo
por qué me planté aquí como una estaca
y no supe volar a otras comarcas
sin importarme el viento ni la caca
de perro en tus baldosas sin colores.

Viste qué cosa lenta el tiempo tuyo
que deja suspendidos los amores.
Por no pasar se pasa siempre el tiempo
enroscado en marrones pensamientos
y uno siempre en la orilla del recuerdo
parado ahí en la rambla, amaneciendo.

el gato utópico dijo...

Querida Amelie...
Cierta vez y creo que no fui el primero, pero así y todo me atribuyo el haberte concedido el honorífico título de ser la "Gallega más montevideana" que yo haya conocido jamás.
Te aseguro que no son muchos los montevideanos que podrían definir tan bien su ciudad como vos lo hacés.
Decís bien cuando hablás de los árboles que se dan la mano, tambor y bandoneón, Roos y Cabrera, flores de jacarandá...
Estuve 8 años sin caminarla y su recuerdo se agigantó dentro mío. Mi reencuentro con Montevideo no fue fácil. Yo no estuve 8 años, no la caminé, no la olí, no crecí junto a ella. Y la encontré tan cambiada... Para bien y para mal, pero cambiada. La vi llenita de colores y me asombré entonces de que los grises estaban poniéndose rojos, naranjas, azules... y me gustó. Cambió el sonido, aquella tranquilidad, aquella ciudad que al decir de Enrique Estrázulas apaga las voces cambió por el sonido del bandoneón de la peatonal Sarandí y por la explosión de mil tambores a lo largo y ancho de la ciudad.
Me dolieron los boliches que ya no están, pero también me dolió dulcemente el rugir del Plata en Malvín, justo allá donde muere la calle Missourí... mi calle.
Y podría seguir y seguir.
Pero otros, como el Santi, nuestro brujo mayor... se despachó con un poema que para mí es un tango y te aviso desde ya que me lo llevo para mi blog.
Cuando decís "Extraña el aire del puerto cuando anuncia temporal" se me viene algo a la mente que estoy seguro comprenderás.
Dice Roos en "Durazno y Convención"...
"Baldosas...
Baldosas partidas hace años
Recuerdos que me hicieron daño
Por la calle Convención
Y un día
Un día te veré contento
El día que te abrace el viento
De Durazno y Convención"

Después de 8 años pude pisar esas mismas baldosas que tanto daño me hicieron al recordarlas y cuando el viento de la rambla me abrazó... entonces sonreí... estaba nuevamente en Montevideo.

Beso grande y sepa que siempre estoy, sí?

Un tal Iván dijo...

Siempre me gustó esta canción:

http://www.youtube.com/watch?v=jfX31ib-UVk

Besos congelados y cálidos

yonky dijo...

retruco con esta
http://www.youtube.com/watch?v=OYHHPS7bUoY

ahi,MAURICIO,FERNANDO,EL DARNO,EL LOBO,...

amelie dijo...

YONKY: primero, gracias por la canción de Mauricio Ubal. Ya la conocía, pero siempre me encanta escucharla... Debo decirte que esos dos lugares que mencionas de Montevideo son inspiradores, cómo no creer lo que comentas de tus escritos. El lago del parque Rivera sólo lo he visitado una vez, pero fue un día tan hermoso, tan lleno de sol que me encantó ese lugar. La rambla es la rambla... No puedo decirte más. Creo que, efectivamente, uno no se da cuenta desde dentro de la suerte que tiene de vivir en un lugar y no en otro (me aplico el cuento con Madrid, que conste...) Te mando un beso grande.

SANTI: me encantó la anécdota de tu amigo toledano ¡¡¡nada menos que de Toledo, una de las ciudades más visitadas en España por los turistas!!! Creo que, por mucho arte, por mucha historia, por mucho monumento que tengamos en el "primer mundo", todo se te cae cuando llegas a la rambla y sientes el poder del 'mar dulce', siempre presente, o del viento, a veces tan fuerte que no te permite caminar; cuando llegas a un lugar donde su gente te recibe con calma y con amor; cuando todo lo que hay alrededor te adormece y al tiempo te hace sentir viva. En fin, amigo, qué le voy a decir... Gracias por su poema (¡gran honor!) y por tanta cosa añadida... Un beso muy grande desde los Madriles

amelie dijo...

GATO: amigooooooo, qué placer volver a leer sus reflexiones en este rinconcito naranja. Y más después de ese gran viaje tras ocho años de ausencia... Ya no recuerdo si no fuiste tú el del título jajaja, tendré que echar mano del archivo, pero si no fuiste tú fue alguna de las chicas 'de la barra' jajaja. Debo decir que tuve la suerte de la que no gozan muchos turistas, que es recorrer la ciudad con gente local, vivir la ciudad en casas locales, participar de las cosas en las que participaban mis amig@s, de sentir cosas muy fuertes entre sus calles. Y eso, no lo niego, condiciona el conocimiento de una ciudad y, desde luego, el amor por ella. Bueno, me fui, amigo jajaja... Claro que entiendo perfectamente "Durazno y Convención", una de mis canciones favoritas de Jaime Roos y que mucha gente no entiende que pueda gustarme sin ser de ahí... Te mando un beso enorme y hasta prontito...

IVÁN: no conocía esa canción y me mató (lamentable, eso sí, el que puso los subtítulos del vídeo, que no deja ver bien las imágenes). Sólo una pregunta: ¿es el Darno? Gracias por regalarme otro pedacito de Montevideo, más allá de los compartidos... Un beso enorme y cargado del calorcito del verano madrileño

Brujita dijo...

Y vaya si se extrañan sus baldosas levantadas, el olor a yodo que entraba por mi ventana anunciando la cercanía del Río como Mar, el medio tanque en la esquina presagiando asadito, el caminar por Yaguarón hacia el sur hasta toparse con la plaza del Flaco frente por frente a la que fue su buhardilla, el tré de la murga en el tablado convocando a Momo, el hechizo de las lonjas templándose en las esquinas, el aroma inconfundible del jazmín en diciembre, los mostradores del Mincho, el Michigan, el Añón y el entrañable Outes cobijando a transnochados visitantes, la magia de los atardeceres en el Puertito del Buceo y la silueta del Museo justo en la curva...
En fin, que quizás por todo eso y por mucho más digo con Daniel Amaro: "Voy cantando mis tangueces/ que se parecen a veces/ a la ciudad que dejé"
Beso enorme
Silvia

Raúl Avila dijo...

Amelie:
soy un convencido de que describes tan bien a Montevideo (otrora: La Muy Fiel y Reconquistadora), como pocos montevideanos podrían.
Decía en los años 80 Tabaré Rivero: "riámonos siendo grises, y aún de nuestra tristeza/ celebrando la pobreza, brindemos por el futuro/ con sanguches (sic) de pan duro y sidra La Gijonesa".
Asumir lo que uno ama como es, tiene la ventaja de no pretender cambiarlo (cuando aquello amado cambia, es casi un hecho que se irá deshilachando el amor, ya que -lógicamente- deja de ser lo que inicialmente nos enamoró).
Daniel García (murguista uruguayo -cupletero escepcional que interpretó un magistral Wilson Ferreira en Araca la Cana por los 80- ahora radicado en Islas Canarias- en una visita que hizo a Montevideo hace un tiempo, me decía: "Montevideo es una novia puta: siempre te va a poner los cuernos y -aún así- siempre la vas a amar". ¿Cómo explicar eso?.
Simplemente no tiene lógica ni explicación. Como bien decís, es amor. Nada mas... nada menos

amelie dijo...

BRUJITA: pero qué honorrrrr recibir semejante visita. Leí en lo del Gato que estás mejor ¿te ocurrió algo? En fin, bienvenida amiga nórdicamente sudaca (permíteme el juego de palabras) y gracias por tu aporte melancólico (el Mincho, ay, el Mincho...) Un beso enorme y gracias por visitar este humilde rinconcito naranja.

RAUL: no puedo más que suscribir todas tus palabras. ¿Cómo narices explicar el amor? Pues eso es lo que me une a Montevideo. A partir de ahí, se negocia lo que sea, pero esa premisa es innegociable... Besotes y hasta pronto

Guidaí dijo...

Sí, estoy lejos de Montevideo... Sí, "extraño el aire del puerto cuando anuncia temporal"... Sí, soy una eterna enamorada de mi querida ciudad... Ese, ese es mi manifiesto.
Muchos abrazos mi amiga naranja.

casss dijo...

Veo muchos comentarios de gente amiga... no los leo, no me quiero influenciar...jaja
Miro a Montevideo (y a mi querida Colonia) con ojos de niño, de turista, de fotógrafo... la miro, la descubro, la disfruto. La vivo, la sufro, y la siento... y también sobre todo LA ELIJO. Algo tiene este lugar y sus alrededores,y esa sensación es el precio que pagamos por tantas carencias y dolores cotidianos.
un beso desde mi balcón: http://elbalcondecas.blogspot.com/


(ahora mismo estoy con unas fotos de Punta del Este en invierno, es sumamente disfrutable...sin excluir la costa de Rocha, que es mi favorita como la tuya!!!)

amelie dijo...

GUIDAÍ y CAS: no es casualidad. Contesto a dos de la barra al mismo tiempo. Gracias, amigas, por su visita y sus comentarios. Una a la distancia (como yo) y otra dentro de esa Montevideo que amamos todas, recibí sus palabras cargadas de cariño. Un abrazo enorme a las dos y millones de besos naranjas para acompañarlas en sus caminos.
P.D. Para Cas: ¿de dónde sacas tanta fuerza para tanto blog? Jajaja...

Brujita dijo...

Querida Amelie:
Gracias por tus palabras. Aunque es la primera vez que comento (no pude contener la añoralgia), siempre visito tu naranjita y además te tengo enlazada.
Te dejo un abrazo redondo cargado de lunas y soles multicolores.
Silvia