domingo, 10 de agosto de 2008

Después de varias Quilmes...

Hoy vino a casa mi amigo Carlos, quien por cuestiones de trabajo conoció Buenos Aires hace unos meses. Aprovechando su viaje, le encargué la única cosa que siempre pido a la gente que va para allá (o viene a visitarme desde allá): Quilmes Bock (o Stout, me vale cualquiera de las dos). En España se comercializa la rubia, pero justo es la que menos me gusta de las tres (debo reconocer que si estoy en Buenos Aires me sabe a gloria, pero mientras aquí tengamos Mahou no hay nada que hacer...)


En realidad debo confesar que he tomado Quilmes (rubia) en dos bares de Madrid por pura nostalgia, el Xaradonga -donde pasaban todos los partidos de Argentina durante el Mundial de fútbol de 2006- y el Pampa -un lugar muy cutre (palabra intraducible) donde se puede comer choripán con chimichurri y que está decorado con banderas y fotos de Boca Juniors-.



Hace mucho tiempo conocí a una mujer que llevaba el marketing de una empresa que se dedica a la importación de productos de países latinos, pensando en toda la inmigración que hay en España. Me decía que sus precios no eran ni mucho menos baratos pero que su negocio estaba en la nostalgia. En realidad, esa definición me pareció horrible, es decir, comerciar con los sentimientos de las personas, pero tenía toda la razón. A la gente no le importa cuánto tenga que pagar si puede sentir en su nueva residencia los mismos sabores que en su tierra. Recuerdo que el año pasado en Río de Janeiro nuestro técnico, Paco, y yo tuvimos un repentino antojo de un 'bocata' de calamares (uno de los mayores placeres en las tascas madrileñas). De la misma forma, comer aquí un choripán (aunque cueste 3 euros y sea en baguette) o compartir una Quilmes en la terraza de casa (aunque haya tortilla y no pizza para cenar) me lleva a lugares lejanos...



Como homenaje a esos viajes del alma, ahí va una foto de uno de mis rincones favoritos de la capital argentina, uno de los vagones del subte A, al paso por la estación Sáenz Peña...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

santakopower:
Lo que daba yo por unos callitos!!!!
Ah, te he dejado otro comen en el post anterior.
Kisses

CASANDRA dijo...

a mi también me viene nostalgia con esta foto, porque adoro Buenos Aires (nacida en Colonia del Sacramento, la Argentina entró culturamente a mi vida desde antes de nacer)
Yo ya estoy pensando en todas las cosas que voy a tener que volver a saborear, tomar, oir, oler,cuando vuelva de mi futuro!!!!!!!! viaje por España. La nostalgia es así, y a veces puede resultar muy cara.
un beso enorme de muchísimos colores alegres para comenzar la semana.

amelie dijo...

CASANDRA: ¿¿¿nacida en Colonia??? Uauuuuuu, vaya lugar. Algún día hablaremos de mis sensaciones encontradas con este rinconcito uruguayo y al que, en mi viaje de octubre, quiero volver a conceder una oportunidad. Ya te contaré...
Me gusta que digas eso del futuro viaje por España jejeje... Yo soy una gran organizadora de rutas en poco tiempo jajajaja (modestia aparte), así que cuenta conmigo, ya sabes. Y por cierto en Madrid hay un rinconcito llamado así "Colonia Del Sacramento" (una parrilla, obvio). Nunca entré. ¿Será que tenemos que conocerlo juntas? Jajajaja

Anónimo dijo...

Hmmmmm ayyyyyyyyyyyyyyy ¡que decirte! este post me remueve todo mi interior!!!!!

Soy cordobés, de Córdoba, sí, Argentina. Toda esas cosas que describís, la Stout (cerveza negra), la Quilmes (rubia) o los mariscos de Brasil, todo, son cosas que marcan tanto nuestra esencia que pensar en perderlas, duele.

Que la tipa haga comercio con la esencia de uno no es un sacrilegio. Pienso: déjala que lo haga, ¿acaso si ella no nos alcanzara las cimientes reviviríamos nuestras raíces? ¡No! y creo que eso no tiene precio.

En fin. Buen post. Pasaré a visitarte.

Saludos.

Anónimo dijo...

creo que en un ataque de sabores, una vez viviendo fuera de baires ya por varios anios recorri al menos 10 supermercados latinos....
porq?
tenia antojo de choco torta.... brutal antojo, rastree deseperadamente chocolinas....
vaya si hay negocio en la nostalgia....

CASANDRA dijo...

AMELIE: reservá mesa ya en esa Parrilla Colonia del Sacramento (deben ser coloniense seguramente sus dueños...decile que vas de parte mía, que guarden una buena mesa. Para cuando? dentro de poco, obvio después de tu viaje de octubre!!!) besotes